
Caminaba con los pies pesados por ese frió camino en el cual la oscuridad no dejaba ver el fondo, y de pronto algo comenzaba a moverse pero el silencio era tan amplio que aunque el ruido era pequeño lo reconocía con más y más temor, entonces vino aquella sorpresa inesperada y el grito se hizo ahogado, tus ojos están demasiado abiertos y no contemplo quién te sostiene. La sombra se mueve cautelosamente con tu cuerpo, atento... el árbol cruje y....¡Cuidado! fue todo lo que atine a decirte cuando la sombra me perseguía y...mierda.
(nada está editado)
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aún en construcción pero se viene bueno y entretenido