Grandes campos que proyectan los sueños del porvenir,
pequeñas luces que simulan un espectáculo inevitable.
el hielo cruza el paisaje deslumbrante
y se parte a cada instante.
Mi sombra canta delirios de grandeza
y tropieza con la máscara de la complicidad
el viento danza al son del ruido natural
y las piedras se embriagan con el agua del río
Las criaturas trepan la pendiente
hasta llegar a la cima
y mi guitarra se mezcla
con las ondas y el crichar.
la luna ilumina la escena
y se ríe de cada situación.
El sauce llora en su soledad
y quiere cantar lamentos.
caen hojas con mil historias...
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