como las brisas que traen el olor a mar.
Ojalá tu aroma se deshiciera
como el hielo en mi vaso.
Pero, tu esencia se impregna en mi alma
como este sol de verano en mi cuerpo.
Y cada día que pasa en la arena
se siguen dibujando finales inconclusos
como un corazón que dice mi nombre y el tuyo.
Por Luisa Angélica, Noviembre del 2007.
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